Escuadrilla Logística de Bobadilla

Escuela de Especialistas de Málaga

Autor: José Parejo Linares, Mecánico de la 19ª Promoción de la Escuela de Especialistas. Publicado en la Revista «Aeroplano» N.º 24
año 2006

 

Introducción

La Primera Escuela de Especialistas que se creó en España, fue la Escuela de Mecánicos de Aviación de Cuatro Vientos, que poco a poco se fue ampliando a las Especialidades aeronaúticaas de Montadores, Radios, Armeros y Fotógrafos.

El 14 de Abril de 1913 se publicó el

Escuela de Especialistas de Málaga

La primera Escuela de Especialistas que se creó en España fue la Escuela de Mecánicos de Aviación de Cuatro Vientos, que poco a poco se fue ampliando a las Especialidades aeronáuticas de Montadores, Radios, Armeros y Fotógrafos.

El 14 de Abril de 1913 se publicó el «Reglamento del Servicio de Aeronáutica» en el que se contempla, entre otras, la especialidad de Mecánico de Aviación que «(…) deberán conocer los motores de aviación, o ser automovilista o motociclista.». El artículo 46 dispone la creación de una escuela para su formación, donde «(…) los aspirantes a mecánicos, cuando, a juicio de Jefe de Aviación, asesorado por los profesores, hayan demostrado su completa instrucción serán dados de altas como tales mecánicos gozando de una gratificación extraordinaria (…)».

En 1915 fue creada la Escuela de Mecánicos y en el Diario Oficial del Ministerio de la Guerra (D.O.) N.º 185 de 22 de agosto del mismo año fue convocada la que sería la primera Promoción de mecánicos que recibió la titulación el 25 de febrero de 1916. Como no existía Cuerpo de Mecánicos, estos al terminar su compromiso de cuatro años, como soldados mecánicos, se licenciaban o regresaban al Cuerpo de procedencia. En 1922 se publica el primer «Reglamento de mecánicos de aviación» por el cual se profesionalizan y podían ascender hasta cabo y sargento pero todavía no llegan a formar un Cuerpo independiente.

Por fin, el 18 de julio de 1926 (D.O. N.º 159) se crea el Cuerpo de Mecánicos, con escalilla independiente, pudiendo alcanzar hasta la categoría de Alférez.

De esta escuela salieron hasta quince promociones de las que formaron parte los mecánicos de los grandes vuelos de la aviación española: Pablo Rada del Plus Ultra, Arozamena, Calvo y Pérez del vuelo a Manila y Madariaga, Quesada y Naranjo del vuelo a Guinea.

La 15ª Promoción, la última, terminó sus estudios en 1932, la Escuela continuó abierta impartiendo cursos especiales de un mes para pilotos con el fin de que adquirieran conocimientos de mecánica y cursos de ascenso para mecánicos, montadores, radios y armeros.

Al mismo tiempo la Escuela trató de ponerse al día, para ello el Jefe de Instrucción del Arma de Aviación envió al Jefe de la Escuela, capitán Arranz Monasterio, a Francia e Italia para visitar sus respectivas Escuelas de Especialistas.

En Italia visitó la Escuela de Capua y en Francia la Elemental de Rochefort y la Superior de Versalles. A su regreso elaboró un amplio informe que envió a diferentes organismos relacionados con el tema, cada uno de ellos redactó su particular informe y reunidos con el capitán Arranz enviaron una propuesta al Jefe del Arma de Aviación, el 26 de octubre de 1935, proponiendo la creación de una Escuela de Especialistas con las siguientes especialidades: Mecánicos de motor y avión, Electricistas, Aparatistas de transmisiones, Automovilistas, Radiotelegrafistas, Radio-Aerólogos, Armeros y Fotógrafos. Se pronunciaron por el procedimiento seguido en Italia con pequeñas modificaciones.

Con todas estas innovaciones se pensaba convocar la 16ª Promoción para el Curso 1936-37, pero la Guerra Civil hizo imposible la puesta en marcha de este proyecto que, como veremos más adelante, fue tenido en cuenta para la creación de la Escuela de Especialistas de Málaga.

Cuando estalló la Guerra Civil hacía cuatro años que no salían especialistas de la Escuela, ambos bandos sintieron la urgente necesidad de personal especializado y crearon sendas escuelas: los republicanos en octubre de 1936 en Godella (Valencia) y los sublevados en febrero de 1937 en Tetuán (Marruecos).

A primeros de enero de 1936 había unos 600 mecánicos: 1 Maestro-Alférez, 24 Suboficiales, 76 Sargentos y el resto Cabos, de ellos aproximadamente 350 permanecieron con la república y 250 con los sublevados. En la Gaceta de la República nº 81 (22-3-37) «(…) causan baja definitiva en el arma de Aviación, sin opción a derechos pasivos y sin perjuicio de lo que en su día resulte de la información que se instruya los Mecánicos que figuran en la siguiente relación (…)», en la relación aparecen 1 Alférez, 6 Suboficiales, 21 Sargentos y 177 Cabos, son los que, en principio, se sumaron a los sublevados.

En el Boletín Oficial del Estado (B.O.E.) N.º 115 de fecha 12 de febrero de 1937 aparece la Orden siguiente: «Por resolución de S.E. el Generalísimo de los Ejércitos Nacionales, y con objeto de capacitar especialistas (mecánicos, radiotelegrafistas, armeros, etc.) para Aviación, se crea la Escuela de Especialistas de Aviación, dando comienzo en el plazo más breve los cursos de las distintas especialidades. Burgos 10 de febrero de 1937». La mencionada Orden dice que se crea la Escuela pero no dice donde, teniendo en cuenta que Málaga fue conquistada unos días antes, es posible que desde un principio se pensara en Málaga para su ubicación.

En el B.O.E. nº 250 de fecha 27-6-1937 se hace la primera convocatoria, los aspirantes harán un examen en Tablada (Sevilla) y los aprobados pasaran a Tetuán donde realizaran un curso de tres meses. En esta primera convocatoria se aclara que: «El personal especialista del Arma de Aviación, comprenderá los grupos siguientes: Mecánicos, Armeros, Radiotelegrafistas, Conductores, Auxiliares de Información, Meteorologistas y algún otro que las circunstancias aconsejen», pero…»(…) de momento la Escuela de Especialistas, sólo atenderá a los Grupos de Ayudantes de mecánicos, de Radiotelegrafistas, de Armeros y Conductores,(…) como las tandas de aspirantes serán llamadas sucesivamente, el plazo de admisión de instancias es indefinido».

De esta primera convocatoria tenemos registradas en el B.O.E. la presentación en Tablada, entre el 17-7-37 y 15-1-38, de siete tandas con un total de cerca de 1000 aspirantes con los que se completaron los cuatro cursos de Tetuán.

Las necesidades de Especialistas eran tan graves que al mismo tiempo en el B.O.E. N.º 409 de 3-12-37 se hace una convocatoria de 1.100 plazas de: Motoristas (800), Radios (200), Armeros (700) y Montadores (500) que serían seleccionados en los talleres de Aviación durante un mes y formados directamente en las Unidades mediante un cursillo de tres meses, incluso se llegó a aumentar la edad de ingreso a cuarenta años, en vez de los veintidós de la convocatoria anterior. El carácter especial de esta convocatoria se observa en la duración del compromiso adquirido sólo «por la duración de la campaña a cuya terminación serán licenciados».

Escuela de Especialistas de Málaga

El 6 de enero de 1938 el comandante Iglesias Brage es comisionad para que se traslade a Málaga, con el fin de buscar locales para la instalación de la Escuela de Especialistas.

Un mes más tarde, el 9 de febrero, coincidiendo con el primer aniversario de la toma de Málaga se inaugura en el aeródromo de El Rompedizo la Escuela de Tripulantes y Observadores con asistencia de numerosas autoridades civiles y militares presididas por el Gobernador Civil Sr. Alted, General Queipo de Llano y Obispo de la diócesis D. Balbino Santos Olivera.

Las autoridades aéreas aprovechan este acto para solicitar a las civiles los locales, elegidos por el comandante Iglesias, y ayudas para el establecimiento en Málaga de la Escuela de Especialistas de Aviación, estas acogieron con mucha ilusión la petición e inmediatamente se pusieron manos a la obra. Recordemos que la Escuela de Especialistas fue creada por resolución de S.E. el Generalísimo publicada en el B.O.E. N.º 115 de fecha 12 de febrero de 1937 e instalada provisionalmente en Tetuán.

En principio se nombra Jefe de Campo y Jefe de las Escuelas de Observadores y Especialistas al comandante D. Francisco Iglesias Brage, ingeniero, piloto y observador con gran experiencia. Procedente de la Academia Militar de Ingenieros de Guadalajara, se hizo observador en 1925 y piloto en 1926 participando en la campaña de Marruecos. Junto con el capitán Jiménez participó en varios vuelos de larga duración siendo el más importante el de Sevilla a Bahía (44 horas) con el «Jesús del Gran Poder», continuaron por diversas capitales hispanoamericanas hasta La Habana.

Fue comisionado por la Sociedad de Naciones, en 1933 y durante más de un año, para mediar en el conflicto entre Perú y Colombia por el territorio amazónico de Leticia, misión que aprovechó para explorar la cuenca del Amazonas en hidroavión, reuniendo una gran colección de plumario, objetos etnográficos e incluso animales para el zoológico de Madrid. Proyectó continuar este estudio con una expedición fluvial en el barco hidrográfico «Ártabro», se construyó el barco, se creó un Patronato y se acordó iniciar la expedición el 12 de octubre de 1935, fiesta de la Raza, pero «(…) por dificultades surgidas entre el Patronato de la Expedición y la Presidencia del Consejo, al respecto del pago de los sueldos, haberes y gratificaciones que el personal expedicionario debía recibir» la expedición fue retrasada y definitivamente suspendida.

Al término de la contienda civil fue nombrado Secretario General Técnico del recién creado Ministerio del Aire y alumno de la Escuela Militar de Ingenieros Aeronáuticos donde terminó sus estudios un año más tarde, no obstante continuó de Jefe de la Escuela de Especialistas hasta finales de 1941.

Desde el cese del comandante Iglesias como Jefe de la Escuela (BOA N.º 1- 42) hasta el nombramiento del teniente coronel Vara de Rey (BOA N.º 82 ? 44) ejerció este último como Jefe accidental, excepto el año anterior a su nombramiento oficial en que aparece como Jefe de la Escuela, en varios documentos, el coronel de la escala de vuelo Andrés Grima Álvarez.

Los alumnos se dividieron en dos Unidades, la 1ª de mecánicos y montadores y la 2ª de radios y armeros, una de ellas estaba mandada por el capitán D. Joaquín Martínez Vara de Rey que después sería nombrado, sucesivamente, Jefe del Batallón de Alumnos, Jefe de estudios, Jefe accidental de la Escuela, dadas las múltiples ocupaciones del comandante Iglesias, y por último Jefe de la Escuela desde 8-7-44 hasta su traslado a León.

Según el Acta Capitular de la reunión del Ayuntamiento de fecha 25-2-38 se acordó para declaración de urgencia y por unanimidad: «(…) la siguiente moción de la Alcaldía: La gran conveniencia que para esta ciudad tendrá el establecimiento en ella de una Escuela de Técnicos Especialistas de Aviación, no es necesario razonarla, si se tiene en cuenta que ello implica la permanencia de 600 alumnos más el correspondiente profesorado y el necesario personal subalterno. Para ello es indispensable ofrecer al Ramo de Guerra un local adecuado, difícilmente podría encontrarse ninguno que superara al edificio que en la actualidad se está terminando de construir por la Asociación de Empleados y Obreros Ferroviarios en la calle Cuarteles en el solar en que se encontraba el antiguo Matadero, y para disponer de tal edificio se hace preciso, por de pronto, tomarlo en arrendamiento por un año en precio de 16.250 pesetas, seguidamente contratar por cuatro años más prorrogables y obtener promesa de venta a favor de la Corporación de dicho inmueble». En la siguiente reunión del Consistorio se acordó el arrendamiento del citado local por cinco años a 16.250 pesetas anuales y en caso de continuar un sexto año el alquiler será de 20.000 pesetas.

El barrio, El Perchel, donde se ubicaron todas las diseminadas instalaciones de la Escuela, debe su nombre a que en esta zona, cercana al mar, se colgaba y secaba el pescado en una especie de perchas desde la época de los Reyes Católico. Cuando éstos conquistaron Málaga, el 19-8-1487, e hicieron los Repartimientos, destinaron «(…) la zona, situada a la derecha de la desembocadura del Guadalmedina y a las afueras de la ciudad para la instalación de percheles y casas donde determinaron se hiciesen las anchoas, sitio que se determinó para quitar de la ciudad el hedor que causan estos pescados. A cada perchel se le dio un largo de 18 varas y se dio licencia a los vecinos para edificar 39 casas para hacer anchoas (…)». Desde entonces este barrio marinero y castizo fue protagonista de numerosas novelas de literatura costumbrista.

A mediados del siglo XIX, Málaga llegó a ser la segunda ciudad industrial de España con ferrerías, textiles, químicas, vinos, frutos secos, etc. La mayoría de sus factorías se instalaron en esta popular barriada, el río dividía la ciudad en dos zonas: la derecha industrial y proletaria y la izquierda comercial y burguesa, cuando se instaló la Escuela la mayoría de las fábricas habían cerrado o estaban en plena crisis y muchas de sus instalaciones fueron adaptadas a dependencias de la Escuela.

Los Talleres fueron instalados en las naves de envasados de la antigua Casa Bevan que fundada en el siglo XIX se dedicaba a la exportación de frutos secos: pasas, higos y almendras hasta los años cincuenta que entra en crisis con la llegada de las pasas de California. A continuación de los talleres se encontraba «La Industria Malagueña», propiedad de los Larios, la principal industria textil de la ciudad que permaneció abierta hasta 1970 y el ya abandonado complejo siderúrgico de «La Constancia» que junto con las demás ferrerías de Manuel Heredia producía el 72 % del arrabio nacional, llegó a contar con tres altos hornos, veinticuatro hornos de afino, varios hornos para recalentado de hierro y otros metales, cuatro máquinas de vapor y talleres de laminado.

Los alumnos fueron alojados durante una temporada en el cuartel de la Aurora, donde anteriormente se encontraba la industria textil del mismo nombre. Los dormitorios estaban entre las calles Salitre y San Andrés frente a las chimeneas, aún queda una, de las fábricas de aceite y jabón de los Larios.

En las playas de San Andrés, donde estaban los bancos de pruebas y talleres de forja en naves de antiguas fundiciones, se bañaban los alumnos y estaban plagadas de enormes chimeneas, algunas aún continúan de pie, que los alumnos llamaban «los ejes del mundo», esta playa es muy famosa porque en ella fueron fusilados el general liberal Torrijos y sus 50 compañeros en 1831 por el gobierno absolutista de Fernando VII, todavía permanece un monolito en su recuerdo.

Toda la barriada, calles Salitre, Cuarteles, del Carmen, Arroyo del Cuarto, Recinto de la Aurora, eran el escenario de la instrucción diaria. Al amanecer, el barrio de El Perchel se llenaba de alumnos que iban de una a otra dependencia y se oían los ecos de las pisadas recias y firmes sobre el empedrado, también las voces de mando de los instructores y los golpes de las manos sobre las culatas de madera de los fusiles.

En este industrial y popular barrio empezó su andadura la Escuela de Especialistas. Inmediatamente comenzaron las obras de adaptación del edificio alquilado por el Ayuntamiento en la calle Cuarteles N.º 57 y el 11 de marzo de 1938 dio comienzo el primer curso con 429 alumnos (151 mecánicos, 102 montadores, 85 armeros y 91 radios), el examen de ingreso lo habían realizado en Tablada en cuatro tandas sucesivas. Como las instalaciones de calle Cuarteles aún no habían terminado las obras de adaptación, los alumnos fueron alojados, provisionalmente, en el Campamento Benítez y en el Cuartel de la Aurora hasta el 8 de abril que se trasladaron a las nuevas instalaciones. Estos días los dedicaron a la instrucción teórica y táctica sin armas.

 

El día 9 de abril se iniciaron las clases técnicas profesionales, en las nuevas instalaciones, y desde el día 20 la instrucción táctica se hace con fusiles italianos, no se había iniciado antes por carecer de armas. El día 26 con ocasión del homenaje de Falange Española a la Aviación Militar, los alumnos de la Escuela desfilaron por primera vez en público siendo felicitados por el Gobernador Militar de la Plaza. La instrucción de tiro no pudo iniciarse hasta el mes de junio por no disponer de municiones para el fusil italiano, después los cambiaron por unos rusos para los que se contaba con abundante cartuchería.

El comandante Iglesias era el Jefe Militar, Director general de los Cursos fue nombrado el coronel italiano D. Raniero Spada (profesor de electrotecnia) más conocido como coronel Sabatuchi y Jefe de Estudios el teniente coronel, también italiano, Fortunati (profesor de armamento), cada Especialidad tenía un Director de Curso que era español, la mayoría de los instructores eran italianos, había un pequeño grupo de instructores españoles que habían llegado de la base aérea de Getafe. La enseñanza estaba totalmente dirigida por los italianos, esto produjo cierto malestar ya que no dejaban intervenir absolutamente nada al personal español en los asuntos académicos. El comandante Iglesias pidió en numerosas ocasiones la sustitución de los italianos, estos formaban parte del Cuerpo de Tropas Voluntarias (CTV) que los españoles traducían por ¿Cuándo Te Vas?.

Otra de las quejas del comandante Iglesias, era que para las prácticas los italianos solo habían aportado material de esa procedencia: Romeo RO.37, Fiat CR.32 y BR.20, Caproni 133 y 134, Savoia S.79 y 81, etc. y sin embargo no disponían de otro tipo de material en servicio en nuestras Unidades Aéreas como los alemanes, al que llamaban «material negrillo», Junkers 22 y Heinkel 51, 45, 46 y 70.

Entre los profesores españoles, que llegaron de Getafe y los que vinieron a la marcha de los italianos, fueron famosos el capitán Delgado, Director del Curso de mecánicos y profesor de matemáticas y física que más tarde sería Director General de Iberia, el capitán Bermúdez de Castro al que apodaban «el trilita», el teniente Alfredo Fernández, famoso galán de cine en los años cincuenta conocido como «Alfredo Mayo», protagonizó películas como «Raza», «Botón de Anclas», «A mi la Legión» y muchas más, hasta cerca de cien.

No había libros, los italianos redactaban diariamente la lección del día siguiente que una traductora, sin conocimientos técnicos, traducía al español y entregaban a los alumnos al comenzar la clase que también era en italiano. Para el curso siguiente los apuntes fueron corregidos e incluso se incluyeron algunos esquemas y figuras, estos eran muy extensos, estaban redactados para un curso de nueve meses como en Italia, al hacerlo en cinco apenas les quedaba tiempo para las clases prácticas, a pesar del apretado horario siguientes

 

Días Laborables

Aseo personal de 5:00 a  5:45 horas      
Lista de Diana de  5:45 a  6:00 horas 
D
esayuno de  6:00 a  6:30 horas
Instrucción militar de  6:30 a  7:30 horas
Clases y practica profesional de 7:45 a 14:00 horas
Primera comida de 14:15 a 15:15 horas
Descanso o siesta en verano de 15:15 a 17:30 horas
Baño de mar o ducha de 18:00 a 19:00 horas
Estudio de 19:30 a 20:30 horas
Segunda comida de 21:30 a 22:00 horas
Retreta a las 22:45 horas
Silencio  a las 23:00 horas

Sábados: Por las Mañanas horarios laborales

Revista e inspección de compañía de 17:00 a 18:00 horas
Baño de mar o ducha (voluntario) ——  de 18:15 a 19:00 horas
Paseo de 19:15 a 21:30 horas
Segunda comida de 21:45 a 22:45 horas
Retreta 22:45 horas
Silencio  a las 23:00 horas

Diana a las 5:00 horas       Educación Moral  de 16:15 a 17:00 horas

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